Señor mío y Dios mío, he decidido hacer una pausa en mis actividades para
hablar contigo acerca de mi vida y de una de mis motivaciones más sinceras,
pero antes quiero darte gracias por tu amor, por tu compañía y por tu
inmensa piedad.
Señor, Tú eres un proveedor generoso y es gracias a tu bondad que en mi
hogar tenemos salud, tenemos sueños, siempre hay ropa que nos viste y
nunca ha faltado un plato de comida en nuestra mesa.
Es hermoso poder vivir cada día con la esperanza que hay en tu palabra,
porque apegados a Ti sentimos que todos nuestros sueños pueden convertirse
en realidad.
Amado Dios, Tú has sido extremadamente bueno y caritativo conmigo, son miles
los motivos que tengo para darte gracias, pero hoy me acerco hasta Ti para
entregarte un propósito que habita en lo más profundo de mi corazón: Por
favor concédeme la dicha de alcanzar una casa propia.
Mi gran deseo es tener mi propio lugar de refugio, para habitar en él con mi
familia y poder reservarte un espacio muy especial en nuestra morada.
Padre celestial, quiero tener mi casa propia para entregarla completamente a
Ti, para sentir que Tú vives con nosotros y para que todos sus espacios se
llenen con la grandeza de tu espíritu.
Es por eso que hoy te ruego que tomes el control de todo en mi vida, que
orientes mis acciones, que me ilumines en mi trabajo, en mis negocios y que
me ayudes a alcanzar los recursos necesarios para poder convertir mi sueño
en realidad.
De mi parte avanzaré cada día con dedicación y firmeza, trataré de honrarte
a través de cada uno de mis actos y plantaré con fe las semillas que dentro
de algún tiempo darán abundante fruto.
Amado Dios, mi vida y el anhelo de tener una casa propia están en tus manos;
gracias por escuchar mi oración y gracias porque sé que en Ti encontraré
respuesta a mis suplicas, Amén.
Hacer esta bella oración te permitirá acercarte a Dios para darle gracias
por todas las cosas maravillosas que Él hace en tu vida y para pedirle que
te ayude en el noble propósito de alcanzar una casa propia. La bondad de
Dios es infinita y Él te quiere ayudar.
He logrado una de mis metas, tener una casa propia. Hoy es un día de
celebración y gran alegría, pero también para agradecer a Dios por su amor,
por su bondad y porque me ha dado la bendición para alcanzar este logro,
Amén.