Amado Dios, la luz del sol ya ha cesado, la luna empieza a brillar en el cielo y el fulgor de las estrellas nos anuncia que la noche ha llegado. Gracias amado Dios porque a lo largo de este día estuviste conmigo guiando cada uno de mis pasos, orientando mis acciones, colmándome de sabiduría y ayudándome a cumplir con mis propósitos.
Gracias porque me protegiste a mí y a mi familia desde el momento que despertamos, nos proveíste alimentos, salud, destino y propósito. Gracias también Señor por todo el bien que pudimos hacer y por todas las hermosas bendiciones que recibimos.
Gracias por todas las cosas buenas que vivimos y nos hicieron felices y también por aquellas pruebas que nos hicieron crecer en nuestra fe y forjar nuestro carácter.
En este instante, cuando miro hacia atrás y veo el día que ha pasado, me doy cuenta que son muchas más las cosas que tengo para agradecerte que aquellas que tengo que pedir. Qué hermoso poder vivir cada día con la seguridad y la confianza que da tu sublime compañía.
Padre amoroso, tu grandeza, tu bondad y tu poder son inigualables, por eso en esta noche me acerco hasta Ti, con un corazón que desborda de fe e ilusión, para pedirte que visites mi hogar, que tu amor repose en cada miembro de mi familia, por favor vela por nuestro sueño y permítenos dormir en paz. Por favor cubre nuestra casa con tu manto de luz y aleja toda amenaza, peligro y enemigo mal intencionado.
Padre amoroso, tu grandeza, tu bondad y tu poder son inigualables, por eso en esta noche me acerco hasta Ti, con un corazón que desborda de fe e ilusión, para pedirte que visites mi hogar, que tu amor repose en cada miembro de mi familia, por favor vela por nuestro sueño y permítenos dormir en paz. Por favor cubre nuestra casa con tu manto de luz y aleja toda amenaza, peligro y enemigo mal intencionado.
Te pido que seas Tú dándonos un descanso reparador, para mañana poder despertar con alegría, devoción y nueva energía, para poder servirte, honrarte a través de cada uno de nuestros actos y hacer tu esplendida voluntad. Gracias Señor por escuchar mi oración, pero ante todo, gracias porque Tú siempre la sabes contestar, Amén.
Hacer esta bella oración te permitirá acercarte a Dios, darle gracias por su amor, por su infinita bondad, por todas las cosas maravillosas que Él hace en tu vida y pedirle al Señor que en esta noche bendiga tu descanso y mañana te conceda un día de nuevas oportunidades y grandes milagros.
Confía tu vida, tu familia y tu hogar al cuidado de Dios, pues el Señor es bueno, poderoso y en esta noche el derramará paz y bendición sobre tu casa, Amén.
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