Amado hijo, amada hija, desde el principio de los tiempos yo te amé con el
amor más puro y noble e incluso desde antes que tú nacieras, yo ya conocía
tu alma, tus intenciones, tu carácter y tu corazón.
Hoy quiero recordarte que tú eres mi obra perfecta, que tú eres una persona
buena, valiosa, llena de virtudes y llena de posibilidades.
Nunca pienses que tu venida a este mundo ha sido en vano, porque yo te amo y
tengo un propósito y un plan maravilloso para tu vida.
Tú me habías pedido una señal, aquí la tienes: por favor nunca pierdas tu
fe, porque aunque los tiempos sean difíciles, tu milagro y tu gran bendición
llegará muy pronto, en el momento indicado y por las razones correctas.
Yo ya he visto tus luchas diarias, el esmero que pones en todo lo que haces,
la noble dedicación que tienes para los tuyos y tu honesto deseo de
progresar y salir adelante.
Hoy quiero decirte que todos tus esfuerzos habrán de dar hermoso fruto,
porque quien siembra con fe su semilla y la cuida con dedicación y
constancia, sin duda alguna disfrutará de una maravillosa cosecha.
No temas por las personas de corazón malvado que con sus envidias y con sus
intrigas te desean el mal, porque en el juicio, cada quien recibe el triple
de aquello que da.
Quienes con sus palabras arrojan maldad, se ahogarán en su propio
resentimiento, mientras que aquellas personas que siguen adelante por fe,
aun en medio de las pruebas y las dificultades, recibirán los anhelos nobles
de su corazón.
Amado hijo, amada hija, Por favor continúa entregando cada día lo mejor de ti,
porque tu vida de mañana es el resultado de todas las batallas que
decididamente estás librando hoy.
Yo soy tu Dios y te amo, mi presencia en tu vida es constante y mi anhelo es
verte sonreír. Recuerda que por más difícil que parezca el camino que estás
recorriendo ahora, es justamente ese camino el que te llevará a las grandes
bendiciones de mañana.
Cada día vamos juntos y avanzando hacia destinos de paz, salud, plenitud,
felicidad y abundancia, así es y así será.
Este es un mensaje con la intención de avivar la fe y las fuerzas de todas
aquellas personas que cada día se levantan con la intención de mejorar su
vida y alcanzar sus sueños. Por favor sigue adelante, porque Dios está
contigo y de sus manos recibirás la recompensa por tu voluntad y dedicación.
Cada nuevo día es una nueva oportunidad para dar lo mejor de ti, al
despertar cada mañana llénate de Dios en tu corazón y vive con el firme
propósito de convertirte en la persona que sueñas ser, Amén.
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