Jesús le habló en sus sueños y le reveló una frase que hace milagros.

Hace algún tiempo, Gabriela, una mujer que vivía en Santa Eulalia, un pueblo muy pequeño al centro oriente de Portugal, empezó a experimentar unos dolores muy fuertes en sus articulaciones.



Durante varios meses esta mujer acudió a donde muchos profesionales de la salud, pero ninguno supo determinar con exactitud las causas de estos dolores.

Este malestar físico se hacía cada día más intenso y poco a poco Gabriela empezó a perder la capacidad para caminar y realizar tareas sencillas.

Y cuando ya estaban prácticamente agotados todos los recursos médicos, Gabriela recurrió al poderoso recurso de la fe.

Cada noche, antes de dormir, ella le pedía a Dios que por favor le concediera el don de la salud, que sanará sus dolencias y que le ayudará a vivir un vida buena, digna y feliz.

Transcurridas algunas noches, Gabriela tuvo un sueño en el que se encontraba con Jesús en un río de aguas puras y cristalinas. En este sueño Jesús llenó un cántaro con el agua del río y se la dio a Gabriela para que lo bebiera.

Cuando Gabriela se despertó esa mañana se sentía muy bien y los dolores habían desaparecido.

Aun incrédula de lo que había sucedido, intentó ponerse en pie y fue ahí cuando encontró un trozo de papel al lado de su mesa que decía: “Yo tengo un salvador poderoso, su nombre es Jesús”.

Gabriela contó esta historia a sus familiares y vecinos y poco a poco esta historia se hizo muy popular en todo el pueblo, luego en casi todo Portugal y ahora es conocida en muchos lugares del mundo.

Una persona que estaba siendo injustamente juzgada por un delito que no había cometido repitió esta frase durante 7 noches y de manera milagrosa apareció un video que demostraba su inocencia.

Una mujer de 70 años de edad estaba a punto de perder su casa por las deudas. Angustiada por la situación, esta mujer empezó a repetir esta frase y al poco tiempo recibió una llamada de su banco informándole de un saldo millonario a su favor.

Un padre que llevaba muchos meses desempleado empezó a repetir esta frase cada mañana y en 10 días fue llamado para un trabajo con una empresa multinacional con sede en Lisboa.

Esta frase secreta y poderosa está haciendo milagros en la vida de muchas personas. Hoy la comparto contigo para que también haga muchos milagros la tuya.

Cuando tengas algún problema, alguna necesidad o alguna gran tristeza, haz una pausa, respira por unos segundos y exclama con devoción y confianza: “YO TENGO UN SALVADOR PODEROSO, SU NOMBRE ES JESÚS”. Repite esto durante 7 días.

Esta frase, sencilla pero poderosa, moviliza la obra y los milagros de Dios en tu vida. Ningún mal podrá tocarte y todos tus anhelos se harán realidad.

No existe nada que no puedas alcanzar por medio de la oración y de la fe. El poder de esta frase es infinito, como infinitas son las bendiciones que el Señor tiene para entregarte.

Yo tengo un salvador poderoso, su nombre es Jesús, Amén.


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