Amado Dios, hoy me acerco hasta Ti para darte gracias por tu amor, por tu bondad, por mi hermoso hogar y porque siempre puedo sentir tu sublime presencia en mi vida y la vida de mi familia. Gracias por ser mi escudo, mi paz y por restaurarme cuando me siento decaer.
En esta oración también te quiero dar gracias por la vida de mis hijos, pues ellos son el regalo más hermoso que Tú le diste a mi vida y es por ellos que hoy elevo al cielo una solicitud muy especial: Señor, por favor ayúdame a ser un buen padre.
Te pido que me concedas la sabiduría necesaria para orientar la vida de mis hijos. Por favor otórgame la palabra precisa para aconsejar con ternura, la firmeza debida para corregir con sensatez, la paciencia necesaria para superar las contrariedades y ayúdanos a vivir en medio de una entrega incondicional.
Ayúdame a tener un amor sin reparos para poder estar unidos y afianzar lazos de cariño, confianza y amistad.
Amado Dios, te pido también que me ayudes en la ardua tarea de ser padre; por eso en este día pongo en tus manos la vida de mis hijos y te pido que seas su guía, su luz y su protección.
Amado Dios, te pido también que me ayudes en la ardua tarea de ser padre; por eso en este día pongo en tus manos la vida de mis hijos y te pido que seas su guía, su luz y su protección.
Por favor no permitas que se aparten del camino recto, dales la sensatez y la inteligencia para elegir al buen amigo y apartarse de los malos caminos, orienta cada uno de sus pasos, dales buena salud, capacidad de aprender y por favor líbralos siempre de todo mal y peligro.
Gracias Señor porque sé que Tú escuchas mi oración; te pido que tu amor e infinita bondad sean siempre conmigo y con mi familia, que seas Tú desbordando bendiciones en nuestras vidas y que en nuestros corazones brillen siempre la alegría, la esperanza y el bienestar, Amén.
Hacer esta oración con devoción y esperanza te permitirá acercarte a Dios para pedirle que sea Él dándote sabiduría, paciencia y virtud para ser un buen padre y que te guíe y te ayude en la hermosa tarea de sustentar a tus hijos.
Vive con esperanza y alegría pues Dios ama a tus hijos tanto como Tú y Él será guiando sus vidas y sus pasos por sendas de éxito, dicha y prosperidad.
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