Amado Dios, en este día me acerco hasta a Ti para pedir tu ayuda en estos momentos de angustia y tristeza. Por favor ayúdame a ver el futuro con fe y optimismo, no me dejes caer ante las adversidades, permíteme tener presente los motivos por los cuales debo salir adelante y ayúdame a encontrar la paz y la felicidad.
Amado Dios, apiádate de mí cuando me sienta una persona solitaria, llena de tristeza y con tus manos sanadoras acaricia mi alma y devuélveme la paz y alegría.
Por favor enciende tu luz bendita en mi ser y déjame ver entre la oscuridad que cubre mis bendiciones y no me deja sonreír. Te pido que con tu poder de transformación sanes las heridas que hay en mi corazón y no me dejan ser feliz. Destierra de él las penas y maltratos que me hicieron.
Padre celestial, te pido que alivies mis heridas con tu manto sagrado. Cúrame de los abusos de los que fui víctima y ayúdame a perdonar a las personas que me lastimaron para poder ser feliz y vivir sin las pesadas cadenas de la amargura, sin odio, ni resentimiento. Hazme herramienta de tu obra y permíteme dar testimonio de tu inmenso amor.
Te agradezco mi buen pastor por secar mis lágrimas con tu mano tierna y amorosa, te agradezco porque sé que escuchas mis suplicas y clamores y Tú renovarás mi corazón entristecido y dolido, por un corazón nuevo, capaz de amar, de querer y de perdonar a su prójimo; un corazón lleno de fe, esperanza y bondad.
Gracias amado Dios porque Tú escuchas mi oración, porque Tú guías mi camino, diriges mis sentimientos, reinas en mi corazón y me llevas por la senda que labraste especialmente para mí. Confío en Ti y en tus promesas y por eso a partir de ahora y en tu nombre, viviré con regocijo, ilusión y esperanza.
Señor, yo confío en Ti y en tus planes perfectos, por eso me deposito confiadamente en tus manos y sé que grandes tiempos de milagros, bendiciones, paz, propósito y bienestar están a punto de llegar, Amén.
Hacer esta oración con fe, te permitirá acercarte a Dios para poner en sus manos todo aquello que te aflige y poder recuperar la alegría. Esperamos que puedas sentir la obra de esta hermosa oración milagrosa en tu vida.
Padre celestial, te pido que alivies mis heridas con tu manto sagrado. Cúrame de los abusos de los que fui víctima y ayúdame a perdonar a las personas que me lastimaron para poder ser feliz y vivir sin las pesadas cadenas de la amargura, sin odio, ni resentimiento. Hazme herramienta de tu obra y permíteme dar testimonio de tu inmenso amor.
Te agradezco mi buen pastor por secar mis lágrimas con tu mano tierna y amorosa, te agradezco porque sé que escuchas mis suplicas y clamores y Tú renovarás mi corazón entristecido y dolido, por un corazón nuevo, capaz de amar, de querer y de perdonar a su prójimo; un corazón lleno de fe, esperanza y bondad.
Gracias amado Dios porque Tú escuchas mi oración, porque Tú guías mi camino, diriges mis sentimientos, reinas en mi corazón y me llevas por la senda que labraste especialmente para mí. Confío en Ti y en tus promesas y por eso a partir de ahora y en tu nombre, viviré con regocijo, ilusión y esperanza.
Señor, yo confío en Ti y en tus planes perfectos, por eso me deposito confiadamente en tus manos y sé que grandes tiempos de milagros, bendiciones, paz, propósito y bienestar están a punto de llegar, Amén.
Hacer esta oración con fe, te permitirá acercarte a Dios para poner en sus manos todo aquello que te aflige y poder recuperar la alegría. Esperamos que puedas sentir la obra de esta hermosa oración milagrosa en tu vida.
Vive con amor, fe y esperanza, pues Dios te ama y Él llenará tus días de rayos de sol, fresca brisa, alegría y bendición.
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