Amado Dios, en este momento elevo mi corazón a Ti, confiando plenamente en
tu bondad y en tu poder sanador.
Hoy reconozco que Tú eres el médico divino, el dueño de la vida y el único
que puede restaurar por completo mi cuerpo, mi mente y mi alma. Hoy te abro
las puertas de mi ser para que entres y obres un milagro en mí.
Tú conoces cada parte de mí, cada célula, cada pensamiento, cada emoción,
cada anhelo y cada dolencia.
Por eso te pido con fe, Señor, que pongas Tu mano poderosa sobre mí y sanes
todo lo que necesita ser restaurado. Te entrego cualquier padecimiento, todo
diagnóstico médico, toda preocupación o malestar. Confío en que nada es
imposible para Ti.
Haz que tu luz divina recorra todo mi cuerpo, que tu cálido abrazo me
reconforte y que tus promesas me llenen de esperanza.
Padre Celestial, hoy declaro que por tu amor y por tu misericordia, mi salud
se renueva, mi cuerpo se fortalece y mi alma se llena de confianza. Hoy
recibo tu sanación como un regalo divino, y me preparo para vivir días
llenos de bienestar, energía, vitalidad y alegría.
Pero también te pido, Dios mío, que me sanes por dentro. Llévate toda
tristeza, ansiedad, miedo, angustia o cansancio emocional. Lléname de paz,
de pensamientos positivos y de una fe que me sostenga aún en los momentos
más difíciles. Dame fuerza para seguir creyendo, valor para levantarme y
esperanza para sonreír.
Hoy tomo tu mano y decido caminar contigo hacia una vida nueva. Una vida en
la que florezcan la felicidad, la plenitud y el bienestar. Una vida en la
que Tú seas mi guía, mi consuelo y mi refugio eterno.
Gracias, Señor, por el milagro que ya estás haciendo en mí. Gracias por Tu
amor que sana, que restaura y que transforma. En Ti confío, en Ti descanso,
en Ti espero. Amén.
Hacer esta bella oración te permitirá acercarte a Dios para darle gracias
por su amor, por su generosidad, por su presencia en tu vida y pedirle al
Señor que te dé su tierno abrazo y que Él en su infinita bondad sea
concediéndote salud, sanación y bienestar.
Amado Dios, en Ti confío mi salud. Toca mi cuerpo con tu mano sanadora y
elimina toda enfermedad, dolor y debilidad. Renueva mis fuerzas, llena mi
alma de fe y devuelve la paz a mi vida. Hoy declaro sanidad, milagro y
bendición en Tu nombre. Amén.
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