Amado Dios, en este instante me acerco a Ti con un corazón agradecido por
tu constante amor y compañía. Cada día que pasa, veo Tu mano guiando mis
pasos, proveyendo para mis necesidades y cuidando de mi familia y de mí.
Gracias, Señor, por las innumerables bendiciones que derramas sobre
nosotros, por la salud, el techo sobre nuestras cabezas y, sobre todo, por
Tu presencia en nuestras vidas.